Las mallas y fibras de colágenos pierden grosor y elasticidad a medida que se van desgastando como consecuencia de la edad y otros factores. Es importantes darle al organismo el colágeno que le falta.
A menudo oímos hablar del colágeno como componente de cremas faciales y otros productos de belleza, pero quizá no es demasiado conocida la esencial actividad de esta proteína en nuestro organismo.
El colágeno forma parte de la estructura de muchos tejidos orgánicos como los de las articulaciones, los huesos y la piel, entre otros. Por lo tanto, es uno de los componente fundamentales de nuestro cuerpo.
Cuando perdemos colágeno puede aparecer dolor articular, pérdida de densidad ósea y arrugas en la piel.
En el estilo de vida que seguimos radica buena parte de la capacidad que tiene nuestro cuerpo para mantenerse en las mejores condiciones posibles en cada etapa de la vida.
Mantener una dieta variada y equilibrada es una condición indispensable para ello. No obstante, muchas veces, nuestra alimentación no llega a aportarnos todos los nutrientes que nuestro organismo requiere.
Así, una dieta baja en carne y pescado, pobre en colágeno, puede repercutir en la salud de los huesos y articulaciones y favorecer el envejecimiento cutáneo prematuro por la pérdida precoz de colágeno.
Además, a partir de los 40 años, la disminución de hormonas provoca en las mujeres una pérdida de masa ósea, que se acelera si tienen déficit de colágeno en su dieta.
Es recomendable tomar complementos nutricionales de colágeno, que actúan como una ayuda natural y eficaz para retrasar el envejecimiento cutáneo y flacidez. Un aporte extra de colágeno fácilmente asimilable es beneficioso para todos, hombres y mujeres, a partir de los cincuenta años.